viernes, 26 de octubre de 2012

Mi confrontación con la docencia



Mi profesión de origen
Antes que nada quiero aludir a la forma en que pasé, de ser una profesora frente a grupo (egresada de la escuela Normal Primaria del BINE en 1984), a coordinar procesos que impactan a nivel estatal desde la Coordinación Estatal del Programa Nacional de Lectura.
Cuándo me inicié como coordinadora
Mi idea, al incorporarme a la Secretaría, fue formar parte de algún equipo académico, motivo por el cual fui invitada, pero poco (en realidad muy poco) después tuve que asumir otro rol.
En realidad, fue un asunto casual. Sentarme “en la silla equivocada” a partir del mes de febrero de 2005 marcó lo que ahora soy profesionalmente. Este “error” (del que no me arrepiento porque he aprendido mucho), me condicionó a miles de interrogantes, incógnitas, preocupaciones, sobresaltos que, seguramente de una forma no muy atinada, he debido resolver.
Qué pienso de ser coordinadora.
Todavía hoy pienso que este es un cargo que me queda muy grande. Ser profesora no basta. Conocer a profundidad del tema sobre el cual gira mi labor, tampoco. Las oportunidades de aprender desde un punto de vista sistemático y sustentado son escasas. No hay, desde la propia institución una preocupación porque las personas aprendan y mejoren su desempeño en procesos creados exprofeso.
Qué ha significado para mí ser coordinadora
Esta es una pregunta en verdad compleja. Desde el punto de vista familiar, mis hijos, mi esposo y mi mamá han tenido muchos motivos de orgullo y satisfacción desde que lo soy. Por otra parte, he tenido momentos críticos bastante fuertes, pues el tiempo que antes dedicaba a la familia, y los que me dedicaba yo, fueron escaseando. 
Desde el punto de vista de mí como persona, ha significado un enriquecimiento en mis aprendizajes, viajar mucho es algo que me encanta y que a través del trabajo he conseguido me llena de satisfacción.
Pero desde el punto de vista profesional hay dos caras de la moneda. Por una parte creo que es la etapa de mi vida profesional que más he disfrutado. La índole de las acciones, siempre variadas, es algo que me da vida y no encuentro en el aula (cuando menos no siempre), pero por la otra, también he tenido momentos de enorme frustración al entender muchos manejos en el sistema; conocer distintos niveles de compromiso en las personas muchas veces me genera un gran dolor.
Qué motivos de satisfacción tengo
Muchos: ver que las escuelas poco a poco han significado los acervos de las bibliotecas escolares y de aula; saber de los avances cualitativos en las formas, tiempos y espacios de lectura; formación de redes de colegas; que la lectura pase de un ámbito escolar a uno no escolarizado y ver resultados de la formación de las personas que trabajan promoviendo la lectura en la educación básica son sólo algunos.
Motivos de insatisfacción
También varios: Ver poca respuesta de algunas figuras educativas; el exceso de trabajo y la escasez de apoyo (económico, de recursos humanos, materiales y de infraestructura); la soledad en el trabajo; la soberbia y cerrazón, por no aludir a la ignorancia, de muchos actores educativos que debieran ser el ejemplo de compromiso y sensibilidad; la falta de ética de algunos docentes; la simulación, entre otras.

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